
Ansiedad al despertar: ¿por qué ocurre y cómo se puede aliviar?
Todos hemos experimentado ansiedad en algún momento de nuestras vidas; es una respuesta normal y adaptativa. Sin embargo, si los síntomas de ansiedad se presentan al despertar, puede ser un problema más grave.

Ansiedad al despertar Consiste en experimentar una serie de síntomas físicos y mentales desagradables inmediatamente después de levantarse. Ocurre particularmente por la mañana.
Si estas reacciones se prolongan en el tiempo, terminan afectando negativamente el bienestar de la persona. Por tanto, es importante conocer sus causas y saber cómo tratarlo.
¿Qué es la ansiedad?
De acuerdo a Asociacion Americana de Psicologia, La ansiedad es una emoción caracterizada por síntomas somáticos de tensión. Estos se sienten cuando la persona anticipa un peligro, desastre o desgracia inminente.
Este es uno de los estados emocionales más comunes: se utiliza para activar las acciones defensivas del cuerpo. Incluso es deseable cierto grado de ansiedad para hacer frente de manera óptima a las exigencias de la vida diaria. Sería como un estímulo necesario para progresar y resolver problemas.
Sin embargo, esta emoción se vuelve patológica cuando supera una cierta intensidad o pierde su función adaptativa. En estos casos, trae como consecuencia un malestar importante en la persona, cuyos síntomas afectan el bienestar físico y mental.

El despertar de la ansiedad comienza tan pronto como la persona se levanta.
Ansiedad y miedo
La ansiedad y el miedo tienen manifestaciones similares: en ambos encontramos pensamientos de peligro, sentimientos de aprensión, reacciones fisiológicas y respuestas motoras. Por eso estamos acostumbrados a confundirlos.
Sin embargo, la diferencia entre estas dos reacciones es que el miedo se desencadena en presencia de estímulos peligrosos, como estar frente a un animal salvaje. La ansiedad aparece con la anticipación de amenazas futuras, indefinibles e impredecibles.
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Síntomas de ansiedad al despertar
No todas las personas tienen los mismos síntomas de ansiedad cuando se despiertan. La cantidad y la intensidad dependerán de las predisposiciones biológicas y psicológicas de la persona. Podemos categorizarlos según signos físicos, psicológicos, conductuales y cognitivos.
Manifestaciones físicas de ansiedad al despertar
Aquí podemos mencionar los signos cardíacos como taquicardia, palpitaciones y opresión en el pecho. Esta suele ir acompañado de una sensación de asfixia y sudoración intensa. Al mismo tiempo, hay una combinación de temblores y hormigueo en las extremidades.
Las molestias digestivas son bastante comunes. Puede haber náuseas y vómitos, así como dolor puntual en la entrada del estómago o el epigastrio que está relacionado con la acidez de estómago y la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Manifestaciones psicologicas
Entre los síntomas psicológicos de la ansiedad al despertar, podemos mencionar los siguientes:
- Sensación de peligro o una amenaza a algo que no se puede describir.
- Sensación de extrañeza también conocido como despersonalización.
- Miedo a morir: en sus formas más ligeras, es un miedo a perder el control de la situación y de la vida.
- Dificultades para tomar decisiones.
Manifestaciones conductuales
La ansiedad motora y la dificultad para mantener la calma son síntomas comunes de ansiedad al despertar. que aparecen tan pronto como la persona se pone de pie. Esto puede ir acompañado de expresión facial con una postura rígida y tensión en la mandíbula, lo que resulta en bruxismo.
Manifestaciones cognitivas
Entre las manifestaciones cognitivas de la ansiedad al despertar, encontramos dificultad para enfocar la atención y concentrarse durante las primeras horas de la mañana. Esto está relacionado con la intensidad de la preocupación con la que se comienza el día, así como con el flujo de pensamientos negativos.
Las personas ansiosas aumentan sus dudas y su sentimiento de confusión. Tan pronto como se levantan, malinterpretan lo que está pasando, ya sea en su entorno íntimo o a través de las noticias que conocen.
Las causas de la ansiedad al despertar
El despertar de la ansiedad puede deberse a múltiples factores, entre los que podemos destacar los aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Es importante tener en cuenta que las razones que llevan a sentir ansiedad varían de persona a persona. Sin embargo, las causas más comunes son:
- Orgánico: la genética juega un papel importante en la ansiedad. Cuantas más predisposiciones genéticas tengamos, más probabilidades tenemos de sufrir ataques de ansiedad. Por lo general, estas personas tienen antecedentes familiares de esta afección.
- Factores psicosociales: la vivencia de situaciones estresantes (problemas profesionales, interpersonales, socioeconómicos) es generalmente el elemento que desencadena estas vivencias ansiosas. En estos casos, las herramientas de confrontación de la persona no son suficientes para manejar las circunstancias.
- Experiencias traumáticas: Experimentar eventos traumáticos, como accidentes graves, desastres naturales, ataques o actos de tortura provoca alteraciones biológicas en el cerebro que se vinculan con síntomas graves de ansiedad.
- Actividad de ensueño: otra razón que causa ansiedad al despertar es la de los sueños con contenido angustioso o pesadillas. En estos casos, la persona que sueña siente que los peligros son reales y, cuando se despierta, tiene dificultades para distinguir el sueño de la realidad. Después de un sueño, y no necesariamente de una pesadilla, la persona puede preguntarse durante mucho tiempo si todavía está dormida o despierta.
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¿Cómo aliviar la ansiedad al despertar?
Dependiendo de la intensidad y frecuencia de los episodios de ansiedad al despertar, La intervención psicoterapéutica puede ser relevante. Es probable que la persona padezca un trastorno cuyo tratamiento la más eficaz no es otra que la psicoterapia y, en los casos más graves, la medicación.
Técnicas de relajación muscular al despertar
Practica ejercicios musculares relajantes ayudará a disminuir la incidencia de sensaciones físicas perturbadoras lo que, a su vez, reforzará los pensamientos negativos. Con la práctica, los efectos físicos de la ansiedad se pueden prevenir con estas técnicas.
Reemplazar la respiración torácica con respiración abdominal
La respiración superficial y torácica puede producir hiperventilación, lo que provoca síntomas físicos relacionados con la ansiedad. Aquí podemos mencionar mareos, palpitaciones y sensación de asfixia.
Por otro lado, cuando la persona está relajada, respira más profundamente y desde el abdomen. Si cambiamos la forma en que lo hacemos (de pecho a abdomen), podemos utilizar la respiración como un instrumento para controlar la ansiedad.

Las pesadillas pueden desencadenar ansiedad al despertar en personas que las padecen con frecuencia.
Practica yoga y meditación
El yoga es una de las actividades más relajantes. De otra manera, proporciona herramientas para establecer la unidad entre la mente y el cuerpo. Esto implicará un mayor control de las manifestaciones físicas de la ansiedad.
Una buena forma de practicar la relajación muscular es mantener el cuerpo en ciertas posiciones flexionadas durante un rato y luego soltarlo.
Por su parte, la meditación es una actividad que permite liberar los pensamientos relacionados con el pasado y el futuro, lo que lleva a la persona a centrarse en el aquí y ahora. Por tanto, contribuye a un mayor control de la mente y ayuda a evitar pensamientos negativos.
Evitar el consumo de alcohol y café.
Existen diferentes sustancias que favorecen la aparición de síntomas de ansiedad, como el alcohol y la cafeína. Disminuir su ingesta aliviará la ansiedad al despertar.
El problema de la ansiedad al despertar puede tratarse
Aunque es abrumador para quienes lo padecen, La ansiedad al despertar puede tratarse, ya sea con un enfoque psicoterapéutico o con medidas «caseras». Puedes adaptar tu rutina para tener tiempo de meditar y regular tus horarios nocturnos para promover un descanso tranquilo.
Si tienes dudas, consulta con un profesional. A medio plazo, la ansiedad daña órganos y complica las relaciones sociales, lo que repercute en distintos ámbitos, desde el ámbito laboral hasta el familiar. Sus efectos serán menores si aplicamos rápidamente métodos de control.